Versión en vivo en el Buenos Aires Rock en 1972. Audio y video remasterizado.
Sui Generis fue el mítico dúo conformado por Charly García (guitarra, teclados y voz) y Nito Mestre (guitarra, flauta y voz).
Canción para mi muerte fue incluida en su primer álbum titulado “Vida” y editado en 1972.
Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad, guardaba todos mis sueños en castillos de cristal. Poco a poco fui creciendo, y mis fábulas de amor se fueron desvaneciendo como pompas de jabón.
Te encontraré una mañana dentro de mi habitación y prepararás la cama para dos.
Es larga la carretera cuando uno mira atrás vas cruzando las fronteras sin darte cuenta quizás. Tomate del pasamanos porque antes de llegar se aferraron mil ancianos pero se fueron igual.
Te encontraré una mañana dentro de mi habitación y prepararás la cama para dos.
Quisiera saber tu nombre tu lugar, tu dirección si te han puesto teléfono, también tu numeración. Te suplico que me avises si me vienes a buscar, no es porque te tenga miedo, sólo me quiero arreglar.
Te encontraré una mañana dentro de mi habitación y prepararás la cama para dos.
Por las noches, cara sucia
de angelito con bluyín,
vende rosas por las mesas
del boliche de Bachín.
Si la luna brilla
sobre la parrilla,
come luna y pan de hollín.
Cada día en su tristeza
que no quiere amanecer,
lo madruga un seis de enero
con la estrella del revés,
y tres reyes gatos
roban sus zapatos,
uno izquierdo y el otro ¡también!
Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.
Cuando el sol pone a los pibes
delantales de aprender,
él aprende cuánto cero
le quedaba por saber.
Y a su madre mira,
yira que te yira,
pero no la quiere ver.
Cada aurora, en la basura,
con un pan y un tallarín,
se fabrica un barrilete
para irse ¡y sigue aquí!
Es un hombre extraño,
niño de mil años,
que por dentro le enreda el piolín.
Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.
She’s walking through the clouds
with a circus mind that’s running ’round.
Butterflies and zebras and moonbeams
and fairy tales;
that’s all she ever thinks about.
Riding with the wind.
When I’m sad, she comes to me
with a thousand smiles she gives to me free.
It’s alright, she says, it’s alright.
Take anything you want from me.
Anything.
Fly on, little wing.
Jimi Hendrix
Álbum Axis: bold as love, 1967
Versión de Charly García
Álbum Estabas en llamas cuando me acosté, Casandra Lange, 1995
Se peinaba a lo garçon la viajera que quiso enseñarme a besar en la gare d’Austerlitz.
Primavera de un amor amarillo y frugal como el sol del veranillo de san Martín.
Hay quien dice que fui yo el primero en olvidar cuando en un si bemol de Jacques Brel conocí a mademoiselle Amsterdam.
En la fatua Nueva York da más sombra que los limoneros la estatua de la libertad,
pero en desolation row las sirenas de los petroleros no dejan reír ni volar
y, en el coro de Babel, desafina un español. No hay más ley que la ley del tesoro en las minas del rey Salomón.
Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis sueños va, ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje, luciendo los tatuajes de un pasado bucanero, de un velero al abordaje, de un no te quiero querer.
Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio, mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad
que mordieron el anzuelo, que bucean a ras del suelo, que no merecen nadar.
El Dorado era un champú, la virtud unos brazos en cruz, el pecado una página web.
En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver.
Cuando en vuelo regular pisé el cielo de Madrid me esperaba una recién casada que no se acordaba de mí.
Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis venas va, ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje, luciendo los tatuajes de un pasado bucanero, de un velero al abordaje, de un liguero de mujer.
Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio, mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad
que perdieron las agallas en un banco de morralla, en una playa sin mar.
Joaquín Sabina (letra) y Pancho Varona (música) Álbum “Dímelo en la calle”, 2002
Versión deAna Belén Álbum “Peces de ciudad”, 2001
Se llamaba Alain Delon el viajero que quiso enseñarme a besar en la Gare d’Austerlitz. Primavera de un amor, amarillo y fugaz como el sol del veranillo de San Martín. Hay quien dice que fui yo la primera en olvidar, cuando en un si bemol de Jacques Brel me perdí “dans le port d’Amsterdam.”
En la fatua Nueva York da más sombra que los limoneros la estatua de la Libertad. Pero en Desolation Row, las sirenas de los petroleros, no dejan reír ni volar. Y en el coro de Babel, desafina un español. no hay más ley que la ley del tesoro en las minas del rey Salomón.
Desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis sueños va ligero de equipaje sobre un cascarón de nuez mi corazón de viaje, luciendo los tatuajes de un pasado bucanero, de un velero al abordaje, de un no te quiero querer.
Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio. Mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad, que perdieron las agallas en un banco de morralla, que nadan por no llorar.
El Dorado era un champú, la virtud unos brazos en cruz, el pecado una página web. En Macondo comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. Cuando en vuelo regular, surqué el cielo de Madrid, me esperaban dos pies en el suelo que no se acordaban de mí.
Desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis sueños va ligero de equipaje sobre un cascarón de nuez mi corazón de viaje, luciendo los tatuajes de un pasado bucanero, de un velero al abordaje, de un no te quiero querer.
Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio. Mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad, que perdieron las agallas en un banco de morralla, en una playa sin mar.
Sometimes I feel so happy, Sometimes I feel so sad. Sometimes I feel so happy, But mostly you just make me mad. Baby, you just make me mad. Linger on, your pale blue eyes. Linger on, your pale blue eyes.
Thought of you as my mountain top, Thought of you as my peak. Thought of you as everything, I’ve had but couldn’t keep. I’ve had but couldn’t keep. Linger on, your pale blue eyes. Linger on, your pale blue eyes.
If I could make the world as pure and strange as what I see, I’d put you in the mirror, I put in front of me. I put in front of me. Linger on, your pale blue eyes. Linger on, your pale blue eyes.
Skip a life completely. Stuff it in a cup. She said, Money is like us in time, It lies, but can’t stand up. Down for you is up.” Linger on, your pale blue eyes. Linger on, your pale blue eyes.
It was good what we did yesterday. And I’d do it once again. The fact that you are married, Only proves, you’re my best friend. But it’s truly, truly a sin. Linger on, your pale blue eyes. Linger on, your pale blue eyes.
Lou Reed Álbum “The Velvet Underground”, 1969
Cover de Marisa Monte Álbum “Verde, anil, amarelo, cor de rosa e carvão”, 1994
Lou Reed
2 de marzo de 1942 – 27 de octubre de 2013
Candy says I’ve come to hate my body
And all that it requires in this world
Candy says I’d like to know completely
What others so discreetly talk about
I’m gonna watch the blue birds fly over my shoulder
I’m gonna watch them pass me by
Maybe when I’m older
What do you think I’d see
If I could walk away from me
Candy says I hate the quiet places
That cause the smallest taste of what will be
Candy says I hate the big decisions
That cause endless revisions in my mind
I’m gonna watch the blue birds fly over my shoulder
I’m gonna watch them pass me by
Maybe when I’m older
What do you think I’d see
If I could walk away from me
La maravillosa voz de Antony Hegarty interpretando “The lake”
In spring of youth it was my lot
To haunt of the wide earth a spot
The which I could not love the less –
So lovely was the loneliness
Of a wild lake, with black rock bound,
And the tall pines that tower’d around
But when the Night had thrown her pall
Upon that spot, as upon all,
And the mystic wind went by
Murmuring in melody –
Then — ah then I would awake
To the terror of the lone lake.
Yet that terror was not fright,
But a tremulous delight –
A feeling not the jewelled mine
Could teach or bribe me to define –
Nor Love — although the Love were thine
Death was in that poisonous wave,
And in its gulf a fitting grave
For him who thence could solace bring
To his lone imagining –
Whose solitary soul could make
An Eden of that dim lake.
EL LAGO
En la primavera de mi juventud era mi destino
buscar un lugar del ancho mundo
que no pudiera amar menos,
tan hermosa era la soledad
del apartado lago, rodeado de negras rocas,
y altos pinos que se elevaban alrededor.
Pero cuando la noche había extendido su manto
sobre aquel lugar, como encima de todo,
y el místico viento pasaba
murmurando una melodía,
entonces, oh entonces, me despertaba
al terror del solitario lago.
Pero el terror no era espanto,
sino tembloroso deleite,
un sentimiento que ninguna riqueza
me podría hacer decir ni sobornar a definir,
ni el amor, aunque fuera el tuyo.
La muerte estaba en aquella ola venenosa,
y en su golfo un ajustado sepulcro
para el que desde allí podía traer solaz
a su solitaria imaginación,
cuya solitaria alma podía hacer un Edén de aquel oscuro lago.